El inicio de un Ama, parte 4

 Al día siguiente, por la mañana preparaba el desayuno, mas o menos como a las diez de la mañana, yo tenía ya mensajes como indique el día anterior.

- Buenos días Ama Salanais, espero se encuentre bien - leí el mensaje y es la primera vez que alguien me dice Ama, eso me encantó. 

- Buenos días, sumiso - conteste cortante y pocas palabras.

- ¿Se encuentra bien, Ama Salanais? - de inmediato contestó Antonio.

- Sí, no molestes estoy ocupada viendo que desayunar, mas tarde te escribo y olvida lo de escribir cada hora, cambiará a que me contestes de inmediato que yo te escriba - escribí nuevas ordenes, eras la primera vez que trataba un hombre así, continuaba con mi vergüenza pero naturalmente lo hacía. 

 

- Sí Ama, como usted ordene, estoy para servirle - finalizo el mensaje Antonio.

Durante la mañana después de comer e iniciando la tarde, pensaba en todo lo que él era, lo que leía, fotos, relatos, y de todo, algo me dijo ya deja ese trabajo e intenta una relación con él. Esa misma noche renuncié y le llame a Antonio.

- Hola, ya no tengo trabajo, ven por mí que quiero hablar - llamé sin dar más explicaciones. 

- Si Ama, llego en media hora. 

Me quede a la espera, mientra una duda me decía si era lo correcto o no, pero yo sabía que sí, me sentía excitada y sabía que si trabajaba bien a Antonio, podría esclavizarlo. Al pasar unos minutos llego Antonio.

- Ya estoy afuera ¿le espero en el coche o entro? - me escribió mensaje

- Espera afuera, ya voy - contesté

Salí de inmediato, ese día iba mas formal de lo normal, pues no pensaba trabajar, él estaba de pie con la puerta abierta para que entrara. 

 

- Buenas noches, Ama Salanais, ¿pasó algo malo en el trabajo o que sucede? - preguntó mientras ya conducía. 

- Ya quería  dejar ese trabajo, ya buscaré otro después  - conteste sin más comentarios mientras pensaba en pedirle alguna prueba para ver si realmente yo le interesaba, así que después de unos minutos en silencio dentro del coche mientras el conducía pensé en pedirle algo.

- Orilla el coche un momento y no lo apagues - le ordene

- Sí, Ama Salanais - contesto mientras buscaba un lugar para orillarse, al momento de encontrarlo el sólo me miró con dudas.

- ¿Sucede algo?

- Sí, quiero te quites tus pantalones, ropa interior y así conduzcas - ordene mirándole fijamente. Él dudo un momento, pero la mirada fija y fuerte lo hizo reaccionar.

- Si Ama, de inmediato - contesto mientras yo miraba como se quitaba todo, pasando sus jeans y boxer atrás del coche, note de inmediato su erección, estaba excitado, su pene es normal, promedio, pero si note que era gordo, eso me  gustó mucho. Se sentó finalmente para seguir conduciendo pero note que iba nervioso.

- Listo Ama, conduciré a su casa - dijo algo avergonzado.

- Escucha bien, te masturbaré todo el camino, si te vienes debes avisarme, haré que te tragues todo tu semen y jamás sabrás de mí, así que tú decides - dije fuerte  y mirándole mientras apretaba duro su pene, jalaba de pronto fuerte su pene, luego suave así durante más o menos 20 minutos para llegar a casa, él se detuvo. 

 

- Hemos llegado Ama Salanais - dijo mirándome mientras yo seguía masturbando.

- Bien, es noche, ahora sabes donde vivo, pasarás y te quedarás un rato; como es de noche bajarás así, solo con tu camisa, trae tus pantalones también, espero nadie te vea así, si no, pues ni modo - le ordene mientras bajamos del coche, la calle estaba sola, yo rentaba un departamento, pero estaba a tres pisos, por lo tanto él debía subir escaleras, le indique pasará primero, quería verle sus nalgas y piernas, un piso mas arriba le ordene 

- Abre tus nalgas y así sube las escaleras yo te diré donde te detengas - me excitó esa indicación que solo veía sus nalgas abiertas y su ano expuesto, yo pensando en ideas de sodomizarlo. 

- Así me gusta Antonio, seas obediente - me acerque a su culo y le escupí cerca del ano, solo para ver su reacción, pero él siguió subiendo hasta llegar donde le indique, yo abrí la puerta pase, y le dije se sentará en el sofá pequeño que tenía. Mientras yo  servía dos copas para después sentarme al lado de él.

 

- Toma Antonio - le mire mientras le daba una copa de licor - mira, me eres atractivo y me gustas, he leído mucho sobre el FemDom y quiero ser Ama, tu Ama y tú seas mi perro, o mejor, mi esclavo. ¿Estás dispuesto o no te interesa? - pregunte mientras sobaba su pene erecto. 

- Gracias Ama Salanais, nunca antes una Dom me ha pedido sea su esclavo, eso me agradó, también usted me gusta y es muy sexy e interesante - contestó mientras yo seguía masturbando , y él mirándome. Posteriormente saque un preservativo, y lo coloque en su pene. 

- No te emociones, no tendrás el honor de tener sexo conmigo, quiero te vengas, y rápido. Masturbarte tú solo - le ordene mientras él lo hacía intensamente. 

- He leído que hay contratos de esclavitud, quiero busques uno mañana, me lo pasas y veré que está bien o mal para modificarlo, lo imprimes, lo traes y lo firmaremos ¿ok? - le dí ordenes precisas para el días siguiente. 

No demoró ni dos minutos para venirse, ya que lo hizo de forma muy intensa, solo miraba su semen en la punta del condón.

- Muy bien, quita el condón sin derramar nada - lo observo y se lo pido para ver cuando semen derramó - ¿es muy poco no crees, así eyaculas? - pregunté

- No Ama, hoy me masturbe dos veces antes de ir por usted, disculpe - contestó algo nervioso.

- Eso tendremos que ir trabajándolo, en tres días te masturbarás de nuevo y veré si salió más, y si te has masturbando sin avisarme tendremos una situación que no te gustará mucho, ¿entendiste? - dije mirándole  mientras tiraba el condón a la basura.

- Si Ama, entendido.

- Vístete, y vete, no quiero verte por ahora, mañana te escribo, quiero que vengas con el contrato, ya veremos que hacer. 

 

Mientras él salia yo me senté en el sofá, mi adrenalina estaba al máximo, estaba muy excitada y emocionada, pensé mañana será un buen día para jugar con Antonio y descubrir que es tener un esclavo, conoceré sus límites y los míos.