Los deseos y curiosidad se lanzaron al tablero, yo estaba ansiosa de salir, pero trataba de no demostrarlo. El reloj marcó las cuatro de la tarde, no había enviado ni recibido mensaje por parte de Antonio, pero él me envió mensaje entre esa hora, diciendo que estaba listo ya, si podía pasar por unas bebidas antes de ir por mí; yo le dije que él ya me conocía poco, sabía que me gustaría; mientras tanto me arreglaba, hace tiempo que no lo hacía con tanto interés y detalle, un vestido negro ajustado a media pierna, dejando ver poco mi tatuaje de la pierna y encima una chamarra negra, algo sencillo pero sexy pensaba.
Puntualmente recibo una llamada las cinco de la tarde, reviso el número y era Antonio.
- Hola Salanais, ya estoy donde me dijiste, ¿por dónde te encuentras?
- Espera, en diez minutos llego - le conteste, pensé le causaré poco desespero, además lo cite en una dirección que no es donde yo resido, más que nada por seguridad, seguimos siendo desconocidos.
Llegue caminando, sin que él notara pero de alguna forma logro verme por los cristales del coche, salió del coche para abrirme la puerta del copiloto, pero al abrirla se introdujo poco y saco un ramo de flores que estaba sobre el asiento.
- Hola, es un detalle sencillo pero espero te gusten - dijo Antonio mientras entregaba las flores un poco avergonzado - es algo extraño, tengo años sin regalar flores pero contigo me nació comprarlas, espero no lo mal interpretes, es solo un regalo - finalizó diciendo sus razones mientras yo me introducía al coche y él cerraba la puerta, yo estaba también poco avergonzada pues nadie me había regalado flores sin algún interés, siempre era para buscar relaciones sexuales o salir conmigo, además las flores eran preciosas.
- ¿A dónde vamos? - pregunte, mientras él conducía
- No sé, pero quiero ir al centro de la ciudad y el primer lugar que vea, además me guste nos quedamos - contesto él mientras me acercaba y admito fue atracción, metí mi mano sobre su entre pierna, y le pregunté - te pregunte que a donde me llevarías, si no sabes, pues mejor regresamos - dije mientras apretaba sus genitales fuertemente.
- Iremos a un lugar bonito que he ido con mis amigos, es como un ambiente más clásico y sencillo - contestó nervioso mientras conducía, le solté los genitales después.
- Mira Antonio, me gustas y eres interesante, no te dejaré ir tan fácil, ya sé que te gusta ser esclavo, y he leído poco del tema, sé mas o menos como va, así quiero que te comportes como si fuera un Ama, ¿entendiste? - yo dije de forma intimidante, aunque realmente me moría de vergüenza en el interior.
- Sí Salanais, perdón, iremos a un lugar especial para que disfrute su día libre - de inmediato él dejo de tutearme, ahora me hablaba de usted, y durante mas o menos veinte minutos de conducir antes de llegar al lugar estuve preguntando cosas sobre como debe ser un sumiso.
Llegamos al lugar, entramos y me pareció agradable, era como una casa grande elegante y antigua, nos dirigimos a una mesa que tenía un sofá para sentarnos, él me cedió el paso para sentarme pero se quedo de pie.
- ¿Qué haces, por qué no te sientas? - pregunté mirándole.
- Espero su permiso para sentarme - contestó Antonio
- Pues qué esperas, siéntate, tonto - le conste en forma burlesca, me pareció bonito y a la vez algo tonto su actitud, pero él estaba ya actuando como sumiso, eso me agradó bastante, me sentía como una Diosa.
Platicamos, bebimos y comimos durante horas, él me contó sobre sus experiencias y yo preguntaba, también comenté de mis gustos que no sabía existían hombre los usarán como esclavos. Todo el tiempo estaba excitada, ya quería alguna intimidad con él y castigarle con todos mis deseos de hace años pero pensé no le daré el gusto aún, debía aprender más.
Terminamos pasada la media noche, él me acompañó caminando al centro de la ciudad, estaba cerca además no quería me llevará a mi casa, tomaría un taxi. Nos quedamos sentados un rato en una banca de la plaza del centro, finalmente él me dijo que pues como era programador tenía un sitio web para adultos y apps, además me enseño una foto de todos sus juguetes, tenía látigos, dildos, strapon, cb de castidad, plug anal y muchas cosas más.
- ¿De qué trata tu sitio web y apps? - pregunte con dudas que me causó.
- Es para publicar anuncios, conocer gente, vender fotos intimas, como una mini red social porno, pero he estado pensado en darle enfoque FemDom, ¿te gustaría participar? - él contestó, mirándome con emoción.
- Depende, luego me muestras el sitio web, sabes que me interesa todo esto y tú mucho más, te confesaré que realmente quiero aprender y me gustas honestamente - le dije eso por qué noté que en el fondo era muy tímido él, lo que si no lograba ocultar era su excitación, era notoria en sus jeans. Así que nos despedimos, me acerque y le dí un beso, atreviéndome al rechazo de él aunque sabía que yo le gustaba también.
- Quiero me escribas mensajes cada hora, y contestes de inmediato mis llamadas y mensajes, te quiero atento a mí, me molesta no lo hagas - finalmente le dije eso antes de subirme al taxi, mientras iba en el taxi pensaba en todo lo que yo cambiaría, entraría a un mundo nuevo de fantasías que nunca realice, estaba emocionada y aparte con un hombre que me gustaba y le gustaba ser maltratado.
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