Hace
cuatro años yo trabajaba en un centro nocturno, era bailarina
precisamente, llegue a conocer muchos hombres interesantes, con dinero o
algún buen puesto, pero una noche me llamó la atención
una mesa en particular, se encontraban tres compañeras con un hombre, yo
pensé debe tener dinero, sin embargo notaba que él no les invitaba ni
una copa, solo platicaba e imagine que ya las conocía, pues yo tenía
solo un mes de trabajar ahí, así que le pregunté a una compañera.
- Oye Ana, ¿ese hombre quien es o que tiene que está con varias chicas? - Además debo admitir que era atractivo.
-
Es un cliente que viene algunas veces, es simpático pero tiene unos
gustos algo raritos - Contestó mi compañera desinteresada, pero me causó
curiosidad, así que pregunte nuevamente.
- ¿Cómo gustos raritos?
-
Algo así como fetiches, le llaman la atención mujeres dominantes y todo
eso donde el hombre es sometido - Para asombro mío me llamó la atención
eso, yo naturalmente he sido dominante, había fantaseado en atar a un
hombre y torturarle sus genitales, azotarlo o bien solo humillarlo. Así
que después de un rato, él se levanto de la mesa y estaba por irse, pero
me adelante y me plante frente de él de forma sensual insinuando se
quedara poco más y me invitara una copa.
-
Hola, ¿no te apetece una última copa conmigo y platicar un rato? - dije
con voz suave, mientras lo tome de la mano y lo guie a una mesa.
- Pero debo retirarme, es noche - contestó él, sin embargo puso poca resistencia, así que fui poco tosca y lo jale.
- Que te quedes un rato más - lo mire de forma directa e intimidante.
Llegamos
a la mesa, yo pedí un vodka con arándano y él una cerveza, nos
relajamos poco pero estaba ansiosa y con algunas preguntas sobre esos
fetiches.
-
Me llamo Salanais, y mis compañeras me ha comentado que vienes aquí
algunas veces, te llamas Antonio, y parece buscas alguna dama con gustos
diferentes - lo mire fijamente y de una forma coqueta y perversa.
-
Sí, soy Antonio, ahm... pues si, tengo algunos gustos diferentes pero
es difícil encontrar una mujer con el gusto opuesto - el contestó algo
nervioso.
-¿Cómo cuales? No tengas vergüenza, me han contado de todo aquí.
-
Busco una mujer dominante, ¿has escuchado del FemDom? Pues es una
práctica donde la mujer tiene absoluto control sobre el hombre, teniendo
ella como rol el de Ama, Dueña o Dominatrix, y el hombre pasa a ser de
su propiedad como un sumiso y posteriormente esclavo de ella.
Me
resulto tan interesante el tema que conversamos algunas horas, él
compartiendo sus intereses y diciéndome nombre de prácticas, yo
preguntando pues era algo nuevo para mí pero ya había fantaseado con
muchas cosas que él decía, solamente pensaba en que si hay un mundo
diferente para mis fantasías como las de él, además me resulto un hombre
atractivo, guapo e interesante, sólo me decía a este hombre no lo
dejaré ir tan fácil, así que compartimos números telefónicos.
-
Espero saber más de ti, en dos días quiero me invites a salir, es mi
día libre - Me acerque a el de forma lujuriosa, y baje mi mano hasta su
entrepierna para apretar muy fuerte sus genitales.
-
Sí Salanais, será un gusto salir contigo a platicar más - dijo mientras
note que casi no aguantaba el dolor, pero en ningún momento intento
quitarme la mano, solo bajo la mirada, eso me pareció tan excitante.
-
Mañana te enviaré mensajes, me interesa me pases algunas fotos o
información sobre el FemDom, quizás te dé una sorpresa, me intereso
bastante el tema - le dije mientras lo miraba que estaba sorprendido, me
acerque para darle un beso en la mejilla, solté sus testículos y nos
despedimos.
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